lunes, 28 de junio de 2010






El té se toma oscuro y en taza chica.

Los vecinos no saben tomar té
le ponen leche y azúcar para apagarle
el gusto asiático. A malaria.

Lo toman tibio a la noche
con bastones de pescado frito
y no antes o después del arroz.

Una cosa te digo:
que no se vean hebras en el fondo de tu taza
y que no te escuche decir que perdiste
una herramienta en el medio del trabajo.

Escuchar música
todo el día, todo el día
quiero y trabajar de noche
un trabajo liviano pido
cuidando plantas
en un vivero (del
otra lado de la vía)
donde uno se pueda
sentar en una casa de vidrio
a sacarse de la cabeza
el zumbido
de la dignidad.








de SEUDO (versión remezclada) Martín Gambarotta, en Monstruos, Antología de la joven poesía argentina, Agosto, 2001.