lunes, 31 de agosto de 2009




basically, japanese gardens respond to how plants and rocks are arranged.


Lo primero que me llega es el callado
murmuro de las paredes del norte.
Una tras una,
todas las piedras dan al norte.

La cara más húmeda de cada piedra es
un bosque de lindos brazos donde duermen los días
las semanas, el lento tiempo de las rocas:

Viendo gotear los templos, derrumbarse el cielo.
Y que solo te entiendan las tortugas. O la eternidad, a veces.

Para ellas seguro somos como para nosotros las bacterias
te dije
Para ellas seguro somos como fantasmas
me dijiste.


gardeners have been important –if often anonymous– figures for centuries.


Cuentan que hay una piedra tallada con dos nombres:
uno de los nombres no se ve.
El otro es Kotaro.

Un novelista insinuó que fueron los jardineros
los que tallaron sus nombres
en secreto
para que nadie olvidara la obra que, orgullosos, habían terminado.

Un jardinero dijo que eso era una ridiculez.



Mercedes Villalba, extraído de Pausa para cerrrar el abanico

miércoles, 26 de agosto de 2009





32.

Uno de los meses del otoño
me dejó esta enseñanza:
puede pasar, a veces, que las hojas caídas
entinten la vereda - no, es su impronta
de color fantasmal
y forma exacta. Resumiendo: lo que vi
fue la vereda decorada
con ausentes hojas
en una disposición que sospecho
reproducía una ocurrencia real.


32.
One
of the months of the autumn
left me this teaching:
it can happen, sometimes, that fallen leaves
ink the sidewalk -- no, it is their stamp
of ghostly color
and exact form. In brief: what I saw
was the sidewalk decorated
with absent leaves
in a disposition I suspect
was reproducing a real occurrence.


Laura Wittner, La tomadora de café, Ediciones Vox, 2005


lunes, 24 de agosto de 2009

Farfalla



Mariposa

Ciertamente, entonces, sonreíste,
como quien emprende un viaje por algún lugar,
alejada de mí, y sin embargo más cerca,
como para grabar tu imagen en mis ojos.

No te olvido, tú, de púrpura,
alta, erguida,
tembloroso tu cuerpo todo bajo los suaves rayos
como una mariposa suspirando.

Sólo alrededor del sitio donde estabas
los árboles en flor se aquietaron, se hicieron trasparentes
y alejaron la ciudad del polvo y las multitudes.

Ciertamente, entonces sonreíste.
Desde ese instante permanezco inmóvil y maravillado,
tratando de recordarte con aquella sonrisa.




Ando Ichiro

Alberto Girri, Versiones, Corregidor, 1974






Marzo - Abril

De la mano de quien
el verano se fue y su fiesta
de mariposas sobre charcos.
Detrás de una nube, polvoriento
maduró la vuelta hasta atontarse
un vaho de moras y de mosto.
A campo traviesa sábanas de lino
se desperezan del olor celeste
y el verano hoy no es más
que una borrachera corta.
Estampado al borde de los labios.



Elisa M. Salzmann, La Pendiente, Ediciones del Dock, 1993






viernes, 21 de agosto de 2009



Dos patos

Sobre el sonido de dos patos que suben
en su vuelo hacia el caos, en la tormenta,
con las cuerdas de un navío que tensan
los tonos de una voz.
Hermosos, amarillos, débiles a la luz del sol.
Quien fuma mientras pasan traslúcidos:
los comparamos con el dorso de unas manos.
Podemos quedarnos acá todo el día, verlos
pasar como una percepción cambiante
que la luz nos regala de uno en uno.
Cruzan el sol, espejean, quedan como restos
después de tapar la luz por un segundo.
Serán plumas. Calcinadas y azules.
Partículas de huesos y filo de picos llegando
hasta nosotros sin decirnos nada especial.
Porque así era fijarse en la línea del horizonte
donde las señales se hacían más débiles.
Y en nuestra mente se iban grabando unos reflejos.
Lentos, azucarados. Como lomos de libros
en un invernadero. A veces en su vuelo
traían la variación de un mismo tema.
Pero las estaciones pasaron y el lomo de esos patos
quedó como un secreto.
Porque mirarlos también era detenerse,
ver surgir los materiales descentrados
donde una idea del mundo persistía.







Francisco Garamona, Una escuela de la mente, Eloísa Cartonera, 2004

jueves, 20 de agosto de 2009

Métodos




"Las ideas no son mi fuerte. No las manipulo con facilidad. Más bien son ellas las que me manipulan. Me procuran un desasosiego o náusea. No me gusta mucho verme arrojado en medio de ellas. Por el contrario, los objetos del mundo exterior me encantan. Puede ocurrir que me causen sorpresa, pero de ninguna manera parecen preocuparse por mi aporbación: de inmediato les es concedida. No los pongo en duda."



Francis Ponge, Métodos, Adriana Hidalgo, 2000.

martes, 18 de agosto de 2009

Yuan Mei (1716-1797)


Noche de invierno

Es tarde en la noche de invierno.

Un libro me tiene atrapado

y olvidé irme a la cama.

Mi esposa agarra mi lámpara y dice,

"¿Sabés qué hora es?"





Winter night

It is late in the Winter night.

I am absorbed in a book

And forget to go to bed.

My wife takes my lamp and says,

"Do you know what time it is?"



Kenneth Rexroth, One hundred more poems from the chinese love and the turning year, New Directions.


lunes, 17 de agosto de 2009








Dulce piedra roja
que buscan los arqueros
sin propio corazón.



Hay que escribir muchas manzanas
para mordernos la ficción.
Probarás,
que por algo se empieza.



¿Cómo una fruta colorada
puede terminar en mansa
jalea de untar?




Lucía Bianco, Etiquetas de dulces, Bahía Blanca, 2006

sábado, 15 de agosto de 2009

Apareció otro




La observación, como centro.
La invención, como testimonio objetivo del trabajo.
La aptitud para mirar, como capital en la actividad de la imaginación.




Alberto Girri, Notas sobre la experiencia poética, Losada, 1983

Un paseo









Aranjuez

Aranjuez, qué milagro,
no era el cielo.
Es mi infancia.

Casona al sol como antes
o más pura,
porque no sale nadie.
Hombre, jardín, Dios, niño,
-juntos, solos-
y Aranjuez que es el ángel.

Mi infancia: pajareras
altísimas, sin pájaros,
y una fuente en que lloro
en el centro de España.

Como banda taurina
el corazón revienta
en Aranjuez, sin toros
sin españoles cerca.



Héctor Viel Temperley, Obra Completa, del Dock, 2004







¡Una escena inesperada merodeando en el museo! En la sala que agrupaba aguafuertes, pinturas de toros y mantillas.



Encontraba la temática del paisaje acumulando entradas, postales con edificaciones medievales. Habíamos llegado unos cuarenta pasajeros a destino. Sobre cimas de estadios romanos, de estructuras pasadas. Son los sueños, los proyectos, las películas de luz que se reflejan en los vidrios, sin palabras ni abstracciones que podrían alejarnos.



Laura Crespi, Días de besos, La Internacional Argentina, 2006

miércoles, 12 de agosto de 2009

Una vez encerré a uno en una caja















There was an Old Person whose habits,
Induced him to feed upon rabbits;
When he'd eaten eighteen,
He turned perfectly green,
Upon which he relinquished those habits.





The Complete Nonsense of Edward Lear, Dover Publications, 1951



Había un viejo que tenía el puntillo

de cebarse de conejillo;

cuando hubo tragado ciento,

Volviósele la cara color peciento,

y entonces abandonó aquel su puntillo.



Edward Lear, Disparatario, Tusquets, 1984



Había un viejo cuyos hábitos lo inducían a alimentarse de conejos; cuando hubo comido dieciocho se volvió perfectamente verde, tras lo cual renunció a esos hábitos.


Cesar Aira, Edward Lear, Beatriz Viterbo, 2004


lunes, 10 de agosto de 2009

Manual de autoayuda





Ponete a leer. No importa si tenés que pasar la máquina por las alfombras o si tenés que limpiar los vidrios del living, del cuarto y del escritorio. Vos ponete a leer. Dejá para otro momento la necesidad de ir al supermercado a comprar desodorante, queso blanco, un pan lactal y alguna gaseosa. Lo que leas hoy no lo vas a leer nunca. Si tenés que ir a trabajar, no te olvides de llevar un libro con vos: abrilo en el colectivo aunque viajes de pie, aunque vayas cabeceando por el sueño. Al mediodía, cuando salgas a comer, poné el libro a la izquierda del plato, y que te sea indiferente si la comida se enfría. Postergá todos los compromisos que tengas para la noche; pasalos para el fin de semana. No vayas al teatro, ni a oir ningún concierto. Ni que hablar de ir al cine. Si alguien quiere charlar con vos por teléfono, que sea en otro momento. No importa cuándo. Lo que importa es que no sea ahora.
Ahora lo único que importa es leer.




Ezequiel Alemián, Me gustaría ser un animal, Siesta, 2003

De a poco








se va llenando



sábado, 8 de agosto de 2009

Un libro lleno de pájaros






Diáfano después de la lluvia

Otoño, filos nubosos en el horizonte.
El viento del oeste sopla desde mil kilómetros.
Amanecer, en el aire de la mañana clara,
granjeros ocupados luego de la larga lluvia.
Los árboles del desierto echan sus pocas hojas verdes.
Las peras de la montaña son pequeñas pero están
maduras.
Una flauta tártara suena en la entrada a la ciudad.
Un solitario ganso salvaje asciende hacia el espacio.







Viento del sur

Los días se dilatan, las montañas
lucen. El viento sur sopla
en las paredes florecientes.
Golondrinas recién llegadas revolotean
sobre los pantanos humeantes.
Parejas de patos se adormecen en la arena tibia.




Tu Fu, La luna brilla fría sobre los huesos blancos, versiones de Daniel Durand, Colección Chapita, 2008

miércoles, 5 de agosto de 2009







Descendiente de Eduardo L Holmberg. Ver más comics.

lunes, 3 de agosto de 2009







Monte criollo


Cuarenta cartones pintados
con palos de ensueño, de engaño y amor.
La vida es un mazo marcado,
baraja los naipes la mano de Dios.
Las malas que embosca la dicha
se dieron en juego tras cada ilusión,
y así fue robándome fichas
la carta negada de tu corazón.

¡Hagan juego!
Monte criollo que en tu emboque
tu ternura palpité.
¡Hagan juego!
Me mandé mi resto en cope
y después de los tres toques
con tu olvido me topé.

Perdí los primeros convites
parando en carpetas de suerte y verdad.
Y luego, buscando desquite,
cien contras seguidas me dio tu maldad.
Me ofrece la espada su filo,
rencores del basto te quieren vengar.
Hoy juego mi trampa tranquilo
y entre oros y copas te habré de olvidar.



Música: Francisco Pracánico
Letra: Homero Manzi

Dúo Cufaro-Zerrillo
Canta: Azucena Maizani
24/05/1935 Buenos Aires
Odeon 12105-A 8143


sábado, 1 de agosto de 2009




Paraná, diciembre 25 de 1958

Querido Chi:

Recién, caramba, le escribo. Y hace más de un año que le prometí hacerlo sin mayor demora! Pero yo sé cómo los he recordado en todo momento, cómo Ud., especialmente, ha continuado hablando conmigo a pesar de mi silencio.

Por lo demás, desde entonces, no he hecho otra cosa, puede decirse, que ocuparme de China, leyendo, dando aquí y allá "conferencias" u organizando conversaciones. Y no he podido cumplir aún los compromisos. Seguiré en 1959.

Le envío unas cosillas que Ud. no conoce. El poema último: "Luna de Pekin", fue, en realidad, el primero que escribí allí. Publíquelos, traducidos, donde Ud. le parezca mejor: en las revistas de las otras capitales, por ejemplo. No olvido tampoco a esos amigos. Pero no demore. Necesito mucho, mucho...

[...]


P.D. Mándeme siempre poemas de la última gente, o de la que vaya apareciendo con alguna significación. He de continuar, por cierto, renovando la imagen de la China poética actual, hasta el último aliento. Y ahora que volvemos en esta forma a conversar, yo, a mi vez, le haré llegar muestras de lo que en tal plano se hace aquí.





Juan L. Ortiz, Obra Completa, Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 1996, pág. 1099